Función de los osteoclastos y los osteoblastos y como se comportan en una persona con mieloma múltiple.
Los osteoclastos y los osteoblastos son células clave en el metabolismo óseo, responsables del equilibrio entre la formación y la resorción ósea.
La función de los osteoclastos en una persona sana.
Son Células que descomponen el tejido óseo antiguo o dañado, liberando calcio y fosfato a la sangre.
Realizan la resorción ósea, esencial para el remodelado óseo y la reparación de microdaños.
La función de los osteoblastos en una persona sana
Son células que forman hueso nuevo al sintetizar colágeno y depositar minerales como calcio y fosfato para generar tejido óseo.
Realizan la formación ósea, asegurando la regeneración constante de hueso.

Comportamiento en el mieloma múltiple:
En el mieloma múltiple, el equilibrio entre osteoclastos y osteoblastos se altera significativamente debido a la acción de las células tumorales. Estas células afectan el microambiente óseo mediante la liberación de factores que alteran la función de ambas células:
Osteoclastos:
Hiperactivación:
Las células de mieloma secretan RANKL (ligando del receptor activador del factor nuclear kappa-B), que activa los osteoclastos, promoviendo una resorción ósea excesiva.
Resultado: Formación de lesiones líticas (áreas de destrucción ósea) visibles en radiografías.
Osteoblastos:
Las células de mieloma liberan factores como la proteína DKK1 (Dickkopf-1) y la esclerostina, que bloquean la función de los osteoblastos e impiden la formación de hueso nuevo.
Resultado: La reparación ósea no ocurre, lo que agrava la fragilidad y el daño estructural.
Resumiendo, el hueso se destruye con rapidez por el mal funcionamiento de los osteoclastos y no se regenera por el mal funcionamiento de los osteoblastos.
Inhibición:
Consecuencias en el hueso:
Desequilibrio resorción/formación:
Aumenta la actividad de los osteoclastos, pero disminuye o se bloquea la actividad de los osteoblastos.
Esto lleva a una pérdida progresiva de masa ósea.
Fragilidad y lesiones:
Las lesiones líticas y la osteoporosis asociada aumentan el riesgo de fracturas, especialmente en la columna, costillas y pelvis.
Manejo del desequilibrio:
En personas con mieloma múltiple, se utilizan tratamientos para restaurar el equilibrio óseo, como:
Bifosfonatos: Reducen la actividad de los osteoclastos, disminuyendo la resorción ósea.
Denosumab: Inhibe RANKL para evitar la activación de los osteoclastos.
Tratamientos específicos del mieloma: Reducen la carga tumoral, ayudando indirectamente a equilibrar la actividad ósea.
El resultado es la destrucción progresiva del hueso sin reparación, dando lugar a zonas debilitadas conocidas como lesiones líticas.